Utiliza el arte como autoconocimiento y transmutación. Desde 1999, trabaja la madera para conectar con la belleza absoluta. Con movimiento, sensualidad y formas sutiles, crea esculturas tridimensionales que evocan lo misterioso e infinito.
María Torcello nació́ en Buenos Aires, Argentina el 16 de septiembre de 1978. Autodidacta. Utiliza el arte como herramienta de autoconocimiento y transmutación. La madera es el medio que utiliza, desde el año 1999, para crear obras que nos conectan con la belleza y la pureza absoluta de todas las cosas. Mediante el movimiento, la sensualidad, la síntesis de la forma y el acabado sutil, crea esculturas tridimensionales que evocan lo misterioso, invisible e infinito. La materialidad cumple un rol fundamental en cada una de sus obras.
Encuentra una apasionante relación entre el trabajo con la madera y el que requiere el conocimiento de uno mismo. Generalmente trabaja con madera reciclada, buscando esa belleza natural, que integra sus marcas e historias, la vida, la muerte y la resurrección, donde la esencia del material surge como por arte de magia. Así también, hoy encuentra en el bronce un camino para percibir la luz pura que la naturaleza del material contiene, ese brillo que se vislumbra como detrás del velo de sus pátinas o su pulido, variando su aspecto de acuerdo a la luminosidad reflejada en ella.
De esta manera intento percibir un atisbo de lo absoluto, buscando incansablemente lo verdadero, la belleza y la armonía… la esencia del todo.
Utiliza el arte como autoconocimiento y transmutación. Desde 1999, trabaja la madera para conectar con la belleza absoluta. Con movimiento, sensualidad y formas sutiles, crea esculturas tridimensionales que evocan lo misterioso e infinito.
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